La dislexia: un trastorno específico del aprendizaje
Introducción
La dislexia es un Trastorno Específico del Aprendizaje (DSA) que afecta el ámbito de la lectura, una de las funciones principales para el aprendizaje de cada estudiante. Hoy en día, este trastorno es bastante conocido e investigado, aunque en el pasado los aspectos relacionales y emocionales tendían a ocultarlo. Según los datos del MIUR, alrededor del 5% de los alumnos y estudiantes en Italia están afectados, aproximadamente un alumno por clase. Hay muchos mitos que se deben desmentir sobre la dislexia: la dislexia no es una enfermedad y no existe lo que a veces se define como el "disléxico típico". Es importante destacar que las causas de la dislexia son diversas cualitativa y cuantitativamente. En cada alumno se pueden identificar, mediante investigaciones adecuadas, posibles problemas de atención o problemas en las funciones ejecutivas. Es posible obtener excelentes resultados trabajando de manera precisa en la lectura y la atención. Además, cabe destacar que se habla de dislexia en ausencia de otros déficits de origen neurológico, sensorial, social y relacional.
Cómo se manifiesta la dislexia
Cuando se analiza la dislexia en el ámbito de los Trastornos Específicos del Aprendizaje, es muy difícil encontrar alumnos que tengan problemas únicamente en la lectura. Es muy frecuente observar situaciones heterogéneas que se manifiestan en dificultades en el cálculo y la escritura, la lectura y el ámbito emocional, así como en la atención o la memoria. Estas situaciones se definen como comorbilidades de diferentes DSA.
Si no se diagnostica a tiempo y no se aborda correctamente, la dislexia puede causar dificultades a los estudiantes tanto en la escuela como en su vida social. El CI de estos alumnos está perfectamente dentro de la normalidad, su dificultad radica en la precisión de la lectura, la complejidad de leer de manera fluida y la persistencia del problema a lo largo del tiempo. El parámetro que convencionalmente se utiliza sobre todo en el ámbito escolar es la velocidad de lectura.
Cómo ve y lee un disléxico
Cuando nos referimos a actividades complejas, entre ellas la lectura, esta es el resultado de un conjunto de habilidades (visuales, lingüísticas, cognitivas) que el alumno utiliza para adquirir conocimientos. La decodificación de la información visual y su procesamiento son la base del proceso que permite al niño aprender a leer. Los lectores con dislexia ven palabras y letras que cambian de dirección, orientación o se mueven.
Muchos pierden el hilo, saltan líneas y palabras, se cansan muy fácilmente. Además, es importante recordar el "efecto crowding" o el hacinamiento visual. El alumno percibe como un obstáculo la identificación de un estímulo central cuando está rodeado de otros estímulos, es decir, en una situación de hacinamiento. En algunos casos, se recomienda aumentar el espacio entre las palabras y también entre las letras. A continuación, se muestra una simulación de la lectura de un alumno con dislexia.
Cómo se reconoce la dislexia
Cuando en clase nos encontramos con un alumno que tiene un problema de decodificación, comprensión del texto o lentitud en la lectura, probablemente estamos frente a un alumno disléxico. A veces, basta con uno solo de estos parámetros para alertar al profesor y poner en marcha el sistema de observación directa e indirecta. Posteriormente, se someterá al estudiante a pruebas específicas relacionadas con la lectura para confirmar definitivamente la dislexia. Cuando el profesor percibe esta dificultad en uno de sus alumnos, primero alerta a los padres, quienes posteriormente se pondrán en contacto con los servicios de salud.Los servicios de salud buscarán realizar una primera evaluación de manera rápida y compatible con el inicio o continuación de las actividades escolares, a partir de este momento comienzan las intervenciones específicas. Es importante destacar que el diagnóstico de dislexia no puede realizarse antes de segundo grado de primaria, posteriormente se pueden considerar actividades de refuerzo para el niño.
Cómo abordar la dislexia, el PDP, las herramientas compensatorias y dispensatorias
En el caso de los alumnos con dislexia, la escuela puede implementar una serie de estrategias para crear una situación óptima. Algunas de ellas pueden ser:
- Evitar situaciones que generen frustración, como leer en voz alta en clase.
- Reducir la carga de tareas que requieran lectura individual (producir material gráfico como un mapa conceptual).
- Reforzar la habilidad de lectura con ejercicios alternativos y de refuerzo.
- Siempre pensar en términos de compensación y dispensa.
- Ser siempre acogedores hacia el niño y sus dificultades.
Es importante destacar la importancia, en estos casos, de la herramienta del Plan de Desarrollo Personalizado (PDP). El PDP se elabora cada año por parte de la institución escolar y contiene una serie de información que garantiza al estudiante disléxico alcanzar los mismos objetivos del grupo. La escuela da los primeros pasos con la recepción del diagnóstico de DSA, se actualiza cada año y se evalúa al niño al finalizar el ciclo escolar que está cursando.
Herramientas compensatorias y medidas dispensatorias
Desde el momento de la recepción, la institución escolar y el profesor ponen a disposición del alumno medidas compensatorias y dispensatorias. A este respecto, recordamos la Ley 8 de octubre de 2010, n. 170: "Nuevas normas sobre trastornos específicos del aprendizaje en el ámbito escolar", que define los cuatro DSA reconocidos (dislexia, disgrafía, disortografía, discalculia) y tiene como objetivo el éxito académico de los niños con DSA, valorizando sus fortalezas a través de procesos individualizados, garantizando las mismas oportunidades que sus compañeros.
En base a todo esto, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de medidas y herramientas compensatorias y dispensatorias? Estas ayudan al alumno con dislexia a mitigar el trastorno, creando una metodología de aprendizaje que se acerque más a sus características. Sin embargo, esto no tiene como objetivo facilitar la tarea asignada.
La herramienta compensatoria permite al niño disléxico realizar actividades que se consideran "no inteligentes": tareas automáticas. A continuación, algunos ejemplos de herramientas que el profesor puede utilizar para dispensar al alumno:
- Mapas conceptuales.
- Software educativo.
- Audiolibros.
- Sintetizadores de voz.
Los mapas conceptuales han demostrado ser una ayuda significativa para los estudiantes con dislexia durante el proceso de aprendizaje. Permiten que un tema se explique sin grandes dificultades, la creación de una secuencia lógica y la cantidad reducida de texto facilita la memorización del alumno. Pueden ser una guía valiosa tanto para padres como para profesores. Cuando un profesor decide dispensar a un alumno de una actividad específica, se dice que está implementando medidas dispensatorias respetando sus tiempos, su personalidad y personalizando también la evaluación.
Artículo de Mariana Ciaglia, pedagoga.