La disgrafía: dificultades en la escritura
La disgrafía: dificultades en la escritura
A algunos maestros a menudo les ocurre que un alumno suyo sostiene incorrectamente el bolígrafo, durante la redacción de los temas en clase presenta una escritura ilegible o incluso poco comprensible. Durante las pruebas matemáticas no puede escribir los números o los trazos propuestos por el profesor de manera correcta. Las dimensiones de las letras son incorrectas, una más pequeña, las demás más grandes. La distancia entre las palabras es enorme. La combinación de estos elementos lleva posteriormente a un diagnóstico de disgrafía. Sin embargo, hagamos una distinción de inmediato: la disgrafía no es disortografía y viceversa.
La primera no involucra el aparato verbal, sino solo los procesos gráficos y algunos aspectos motores del estudiante. La segunda involucra el ámbito lingüístico. En la adquisición de la escritura, el alumno debe utilizar, de manera combinada, diferentes elementos:
- Conjunto de movimientos para aprender a escribir, es decir, habilidades motoras;
- Coordinación ojo-mano;
- Capacidad para orientarse visualmente en el espacio (espacio de la hoja, espacio de la pizarra).
En el estudiante con disgrafía, la falta de estos elementos lleva a una falla en el sistema de aprendizaje. El niño con problemas de disgrafía a menudo es llamado "escritor equivocado" o "mal copista", no puede escribir bajo dictado, no respeta los márgenes, no copia bien de la pizarra. En realidad, hay mucho más, al igual que con otros DSA, a menudo se habla de comorbilidad del trastorno.
Los disgráficos presentan en algunas circunstancias otros rasgos de un trastorno adicional del aprendizaje (dislexia, discalculia, disortografía), la combinación de estos dificulta el proceso de aprendizaje, haciéndolo más lento y cargado de dificultades. Según los últimos datos del Ministerio de Educación (MIUR), los alumnos con disgrafía representan el 1.5% del total de alumnos, aproximadamente 90,000 en términos absolutos, aunque esta cifra podría estar subestimada.

Ejemplo de texto escrito por un disgráfico (fuente: fatebenefratelli.it)
Cómo reconocer la disgrafía
Al igual que en el caso de un niño discalcúlico, un niño disgráfico también presenta características específicas:
- No puede respetar las líneas;
- No puede respetar los márgenes;
- Escribe letras grandes y pequeñas en la misma línea;
- No puede escribir bajo dictado;
- Escribe de manera lenta;
- No sostiene bien los colores, lápices y bolígrafos.
Reducir todo el hecho de que un niño disgráfico no escribe de manera ordenada no es correcto. La disgrafía implica que el alumno tiene dificultades para reconocer el espacio y moverse en él; algunos niños pueden incluso no tener plena conciencia de su propio cuerpo dentro de una dimensión circunscrita, como por ejemplo la silla en la que están sentados. También hay dificultades en la gestión de las tareas en casa, muchos no pueden ser completamente autónomos y este aspecto persiste incluso cuando están en clase.
Cómo se manifiesta la disgrafía, el diagnóstico
Observemos más de cerca este Trastorno Específico del Aprendizaje desde sus manifestaciones hasta el diagnóstico. El alumno disgráfico escribe de manera irregular, la causa es la sujeción incorrecta del bolígrafo. Esto produce una presión menor o mayor en el papel, lo que hace que el trazo sea marcado o a veces apenas perceptible.
La escritura, al no respetar los espacios y los márgenes, parece ir hacia arriba y hacia abajo, sin regularidad. La derecha y la izquierda se invierten y, tanto en la copia como en la producción de textos o ejercicios por sí solo, las cosas no van mejor. Al copiar en la pizarra a menudo se distrae y pierde el hilo. No será difícil notar enormes espacios en blanco entre párrafos en el cuaderno. Durante el intento de copia o en la realización de un dictado, el ritmo de la escritura varía, muy rápido y luego muy lento.¿Quién realiza el diagnóstico? Un grupo compuesto por psicólogos, pedagogos y pediatras establece el diagnóstico de disgrafía. Después de una cuidadosa observación y la administración de pruebas correspondientes, se estudia una intervención específica para el alumno que involucra actividades tanto en el hogar como en la escuela. Es fundamental, cuando nos enfrentamos a Trastornos del Aprendizaje Específicos, una sinergia entre la escuela, la familia y las agencias educativas que se ocupan de la formación del niño. Siempre hay que recordar que, al igual que con todos los otros DSA, también en este caso nos encontramos ante una condición de ausencia de déficit. Además, para un diagnóstico preciso, los especialistas tienden a esperar hasta el final del segundo grado de primaria.

La disgrafía, al igual que otros DSA, provoca en el estudiante frustración y baja autoestima.
Cómo abordar la disgrafía, herramientas y soluciones
Desde el jardín de infancia, muchos proponen ejercicios de tipo motor para que el niño pueda desarrollar su coordinación. Realizar recorridos con pequeños obstáculos, seguir una dirección, aprender gradualmente a distinguir la derecha de la izquierda permitirá al niño aprender a orientarse y tomar conciencia de su cuerpo en el espacio.
Avanzando de lo general a lo particular, una vez llegado a la escuela primaria, el niño con suficiente conciencia no tendrá ningún problema para sentarse, ubicarse en su lugar, manejar el espacio de su pupitre y posteriormente de su hoja. Es fundamental que aprendan a manejar su espacio gráfico, el alumno puede realizar ejercicios de fortalecimiento para hacer más fluido el gesto de escribir y el maestro puede sugerir la correcta sujeción del bolígrafo y los colores, mientras que en casa el niño debe ser apoyado por los padres.
Veamos lo que establece la ley 170/10 para todos los estudiantes con disgrafía:
- Cuadernos específicos para la disgrafía;
- Bolígrafos ergonómicos, que facilitan la sujeción y la presión en la hoja;
- Software educativos;
- Grabadoras;
- Mapas conceptuales.
Entre las herramientas compensatorias mencionadas, los cuadernos especiales para la disgrafía son válidos e interesantes. Estos cuadernos, diseñados con líneas de colores, márgenes de colores y espacios especiales para las notas del maestro, permiten al estudiante organizar mejor el espacio de la hoja bajo dictado o al copiar en la pizarra.
Recordemos en caso de comorbilidad, la importancia del uso de mapas conceptuales. Gracias a sus características, combinando imágenes y poco texto, permiten al niño memorizar más fácilmente los temas según el principio fundamental de la secuencialidad. Todas las actividades propuestas por el maestro y el grupo de expertos deben ser graduales y atractivas para el niño, nunca se debe olvidar que esto, al igual que todos los demás Trastornos del Aprendizaje, provoca en el estudiante un alto nivel de frustración con consiguientes dificultades en la autoestima.
Artículo de Mariana Ciaglia, pedagoga.