Consejos para mejorar la concentración durante el estudio
La importancia del entorno de estudio
La distracción es el enemigo número uno de la concentración, por lo que el entorno de estudio puede marcar la diferencia en tu concentración. Encuentra un lugar donde no haya ruidos u otras distracciones: una habitación tranquila o una biblioteca silenciosa pueden ser buenas opciones, al igual que cualquier otro lugar donde no haya personas o cosas que puedan distraerte. Si prefieres estudiar en una habitación tranquila, asegúrate de que el lugar esté bien iluminado y ventilado, que la temperatura sea cómoda y que no haya objetos o desorden que puedan distraerte. Además, intenta eliminar las fuentes de ruido o luz brillante que puedan interferir con la concentración.
Seguramente cada persona tiene sus preferencias en cuanto al entorno de estudio, algunos prefieren estudiar en silencio en su habitación, mientras que otros necesitan un poco de ruido de fondo. Para estos últimos, una biblioteca o una sala de estudio pueden ser ideales.
Utiliza el método de estudio más adecuado para ti
Encontrar el método de estudio más adecuado para ti puede marcar la diferencia y convertir horas de estudio agotador y frustrante en horas estimulantes y productivas. Si logras encontrar un método de estudio que se adapte a tu estilo de aprendizaje, será más fácil mantener alta la concentración. ¿Pero cómo encontrar el método adecuado? Empieza experimentando con diferentes técnicas de aprendizaje. Por ejemplo, intenta tomar apuntes a mano o con una tableta, grabar las clases, ver videos o escuchar podcasts sobre el tema. Alternativamente, podrías probar el método de las mapas conceptuales. Experimenta con diferentes métodos y técnicas y observa cuál funciona mejor para ti.

Las mapas conceptuales son una herramienta muy útil para las personas con un estilo de aprendizaje visual.
Además, ten en cuenta que tu método de estudio puede cambiar con el tiempo. Lo que funciona para ti hoy puede no funcionar mañana. Así que no seas demasiado rígido en la elección de tu método de estudio y estate preparado para cambiar si es necesario. Adaptando tu método de estudio a tu estilo de aprendizaje (visual, auditivo, kinestésico) podrás maximizar tus resultados y aprender mejor. Por ejemplo, si eres un aprendiz visual, podrías intentar estudiar usando aplicaciones para crear mapas conceptuales en línea.
Aprende a gestionar bien el tiempo
La concentración puede disminuir con el tiempo, por lo que es importante usar un temporizador o una técnica de gestión del tiempo para dividir el tiempo de estudio en períodos de trabajo activo intercalados con descansos. Por ejemplo, puedes utilizar la técnica del pomodoro, un método muy sencillo pero también muy efectivo. Funciona así: trabaja durante 25 minutos, luego haz una pausa de 5 minutos, y repite el ciclo hasta que hayas terminado la tarea.

Estudiar de forma ininterrumpida y sin descansos es inútil y contraproducente. Tómate un descanso del estudio para recargarte, por ejemplo, haciendo deporte.
Haz pausas regulares. Estudiar durante horas sin interrupción no solo es agotador, sino también inútil porque compromete tu concentración y limita el aprendizaje. Haz pausas programadas para relajarte, tomar un refrigerio saludable, dar un paseo, hacer deporte o cualquier otra cosa que te ayude a recargar energías. De esta manera, podrás regresar a tu estudio con más energía y concentración.
Planifica y controla tus objetivos
Planificar objetivos para tu estudio puede ayudarte a concentrarte y mantener la motivación. En lugar de pensar en todo el material que debes estudiar y desesperarte, intenta establecer objetivos personales para cada sesión de estudio, como terminar un capítulo, resolver un ejercicio o responder preguntas específicas. De esta manera, siempre sabrás qué hacer y podrás concentrarte en una tarea específica.
Además, no olvides recompensarte por tus esfuerzos. Después de cada sesión de estudio, haz algo que te guste, como ver un episodio de tu serie favorita, quedar con amigos o hacer deporte. De esta manera, podrás disfrutar de los resultados de tu trabajo y mantenerte motivado para seguir estudiando.
Evita cualquier distracción mientras estudias
Llamadas, mensajes de Whatsapp, notificaciones de redes sociales y otras pestañas abiertas en tu navegador son enemigos de la concentración. Cuando comiences a estudiar, trata de apagar el teléfono o ponerlo en modo de no molestar, cierra las pestañas del navegador que no estén relacionadas con el estudio y desactiva las notificaciones del ordenador. De esta manera, podrás concentrarte en tu tarea sin ser interrumpido por mensajes o sonidos que puedan distraerte.

Mantener tu smartphone con las notificaciones activas cerca mientras estudias puede ser una gran fuente de distracción.
Considera el uso de herramientas para bloquear este tipo de distracciones. Existen sitios web o aplicaciones para el estudio que pueden bloquear temporalmente ciertas aplicaciones para ayudarte a concentrarte mejor. Por ejemplo, puedes usar Freedom o Cold Turkey para bloquear las aplicaciones o sitios web que más te distraigan mientras estudias. Además, si trabajas en un ordenador, puedes usar el modo de enfoque de algunos navegadores, como el modo de enfoque de Google Chrome. Este modo elimina automáticamente las distracciones de tu navegador, como las notificaciones o las sugerencias de búsqueda.
El consejo más importante
Último consejo pero quizás el más importante: no olvides cuidar de ti mismo. El estudio puede ser estresante, por lo que es importante hacer actividad física, comer de manera saludable y dormir lo suficiente. Estas cosas pueden ayudarte a mantener la concentración y estar en forma física y mental.
No seas demasiado duro contigo mismo. La concentración no es algo que siempre se pueda controlar, así que no te preocupes si a veces no puedes concentrarte como quisieras. Haz lo mejor que puedas y no te desanimes si no siempre sale como esperas. Con un poco de práctica y los trucos adecuados, aprenderás a concentrarte mejor y aprovechar al máximo tu tiempo de estudio.